En el marco del 61 período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Naciones Unidas, celebrada en marzo pasado, ONU Mujeres presentó el informe Progreso de las mujeres en América Latina y el Caribe 2017: Transformar las economías para realizar los derechos. El documento fue presentado en Chile el 5 de julio pasado.

El informe señala que en un escenario de contracción económica y austeridad fiscal, existe el riesgo de desacelerar los avances e incluso sufrir retrocesos en la realización de los derechos de las mujeres. En este sentido se hace un llamado a proteger los avances alcanzados, prevenir retrocesos, superar obstáculos y avanzar en el empoderamiento económico de las mujeres.

De acuerdo a lo informado en el sitio web de ONU Mujeres América Latina y el Caribe, el reporte identifica tres diferentes realidades definidas por factores estructurales que interactúan con el género, como niveles de ingresos, niveles educativos, edad del primer embarazo, etnicidad y raza. 

En un primer extremo se encuentran las mujeres en “pisos pegajosos”: aquellas que tienen educación primaria baja e ingresos familiares bajos. Su participación laboral es limitada y significativamente menor que la de los hombres. 

En el otro extremo se encuentran las mujeres con educación terciaria e ingresos familiares altos, pero que aun así chocan con los llamados “techos de cristal” que limitan su crecimiento y acceso a posiciones de toma de decisiones. Aunque este grupo se encuentra en una trayectoria más positiva que la de los otros dos, las mujeres que lo integran también se desempeñan en contextos laborales de discriminación y de segregación ocupacional que se manifiestan en la brecha salarial, que también afecta a las mujeres en otros niveles, y una carga desproporcionada del trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, en comparación con los hombres.

Entre los dos extremos se encuentran las denominadas “escaleras rotas”, que incluyen a mujeres con educación secundaria e ingresos familiares intermedios. Aunque están insertas en el mercado laboral, las mujeres de este grupo carecen de redes de protección que les permitan avanzar significativamente hacia el empoderamiento económico o que les ayude a prevenir una caída hacia los “pisos pegajosos”.

El informe identifica seis estrategias para enfrentar los retos de la región:

• Reconocer, reducir y redistribuir el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado.
• Avanzar en la construcción de sistemas de protección social universal con enfoque de género.
• Crear más y mejores empleos y transformar el trabajo en favor de los derechos de las mujeres.
• Fomentar relaciones de familia igualitarias que reconozcan la diversidad de los hogares en la región y los derechos y deberes de las partes. 
• Crear las condiciones para el goce efectivo de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
• Contener los efectos adversos de la desaceleración económica en la igualdad de género.

Más información y descarga el informe en:

http://lac.unwomen.org/es/digiteca/publicaciones/2016/12/el-progreso-de-las-mujeres-america-latina-y-el-caribe-2017